No hace falta una máquina del tiempo para trasladarse a la edad media. Brujas embruja solamente aterrizar. Es tan imponente su belleza que hasta consigue que visualicemos cuentos de hadas en sus alrededores más emblemáticos, perdidos en el tiempo.
Es pequeña con múltiples grandiosos encantos, sean sus Catedrales, pintorescas iglesias, sus bien cuidadas callejuelas, sus canales o parques románticos, sin olvidarnos de los placeres del paladar como sus deliciosas patatas fritas, su reconocida cerveza o su tan afamado chocolate.
¡Déjate embrujar dulcemente!
¿Te imaginas recorrer una ciudad de cuento, llena de canales, adoquines y edificios que parecen sacados de una película de época? Pues eso es Brujas, y lo mejor de todo es que puedes descubrirla sin gastar demasiado. Los free tours te llevan por sus calles medievales y te hacen sentir como si hubieras viajado en el tiempo. Desde la Plaza Grote Markt hasta el famoso campanario del Belfort, tendrás la oportunidad de maravillarte con la arquitectura gótica que define a esta joya belga. Y claro, no puede faltar una parada para probar el chocolate artesanal y la cerveza belga, que están de infarto.
Y si eres de los que prefieren algo un poco más específico, hay tours temáticos, como uno dedicado al chocolate y otro a la cerveza, para que disfrutes a fondo de lo que más te gusta. Así que, reserva con tiempo y prepárate para conocer Brujas de una manera auténtica, diferente y, lo más importante, ¡gratuita!
La ciudad medieval de Brujas te va a enamorar con su encanto y su historia. Una vez que pongas un pie en esas calles adoquinadas, te vas a sentir como en una película de caballeros y princesas. Aquí tienes un adelanto de lo que te espera:
Brujas no es una ciudad que surgió de la nada. Allá por el siglo IX, empezó como un pequeño asentamiento costero en Flandes. Pero, con el tiempo, se convirtió en un centro comercial súper importante, sobre todo en la Edad Media. ¿Y todo por qué? ¡Por su acceso al mar del Norte! Eso le dio mucho poder en el comercio de lana y telas, lo que la convirtió en uno de los puertos más importantes de Europa.
Lo bueno es que ese esplendor medieval aún se respira en cada rincón. Las calles adoquinadas, los canales que cruzan la ciudad, y la arquitectura gótica crean una atmósfera que te transporta en el tiempo. Si te gusta el rollo medieval, te vas a flipar con lugares como la Plaza Grote Markt o el campanario del Belfort. Ah, y las vistas desde la cima de esa torre… ¡de postal!
Plaza Grote Markt y el campanario del Belfort
Empecemos por el principio: la Plaza Grote Markt, el corazón de Brujas. Aquí todo el mundo se reúne y es, sin duda, el punto perfecto para empezar tu recorrido. El Belfort, una torre que lleva ahí desde el siglo XIII, es el símbolo de la ciudad. ¡Y no te vayas sin subir! Las vistas desde arriba son espectaculares y te darán un panorama único de Brujas.
Minnewater: El Lago del Amor
Si buscas un lugar para desconectar y disfrutar de un ambiente más tranquilo, tienes que pasar por el Minnewater, o como lo llaman por aquí, el "lago del Amor". Es un rincón súper romántico, rodeado de verde y con un puentecito que parece salido de un cuento de hadas. Dicen que las parejas que cruzan juntos el puente tendrán una relación eterna... ¡Ya me dirás si funciona!
El Beguinario: Patrimonio de la Humanidad
Este lugar es perfecto si quieres un poco de paz en medio del ajetreo turístico. El Beguinario de Brujas es un remanso de tranquilidad donde vivían las beguinas, mujeres religiosas que no pertenecían a ninguna orden. Pasear por aquí es como retroceder en el tiempo, con sus jardines y patios que transmiten una serenidad única.
No solo vas a alucinar con la belleza de Brujas, ¡también con sus sabores! Porque, sinceramente, ¿qué sería de una visita a Bélgica sin chocolate y cerveza?
Chocolate: Un sueño dulce
Brujas es famosa por su chocolate, y te vas a dar cuenta nada más llegues. Hay escaparates de chocolaterías por todos lados, y créeme, es imposible resistirse. En serio, los bombones y trufas que hacen aquí no tienen comparación. Para los más choco-adictos, no puedes dejar de pasarte por The Chocolate Line, una de las tiendas más famosas donde te vas a quedar con la boca abierta (literalmente y también figuradamente).
Cerveza: Que no falte
Y claro, no podemos hablar de Bélgica sin mencionar su cerveza. Durante el tour, te van a recomendar las mejores cervecerías, y una de las más icónicas es De Halve Maan. Aquí puedes hacer una visita guiada por la cervecería y, por supuesto, terminar con una buena degustación. ¡Un clásico imperdible!
Brujas no es solo tranquilidad y paseos románticos; también tiene una agenda cultural bastante movida. Durante todo el año, hay festivales que muestran lo mejor de la historia y tradiciones de la ciudad.
Procesión de la Santa Sangre
Si tienes la suerte de estar en Brujas durante la Procesión de la Santa Sangre, ¡prepárate! Es un desfile religioso impresionante que pasa por las calles de la ciudad, con una reliquia sagrada que se guarda en la Basílica de la Santa Sangre.
Fiesta de la cerveza
Y para algo un poco más movido, la fiesta anual de la cerveza es un evento imperdible. Cervecerías locales se juntan para celebrar esta bebida tan querida en Bélgica. Hay música en vivo, comida típica y, obviamente, una amplia selección de cervezas. ¡Salud!