Muchas personas dicen que Triana es Sevilla y que Sevilla es Triana. Y es que el famoso barrio de la capital andaluza guarda, aún hoy, el sabor de la historia de esta ciudad de luz bañada por el Guadalquivir.

El barrio se abre al turista a través de su famoso puente de Triana, construido en siglo XIX y que en la actualidad es una de las imágenes más reconocidas de la ciudad de Sevilla.

Tras cruzarlo, ya se empieza a sentir un ambiente distinto. La historia de un barrio obrero y muy flamenco comienza en los metros finales del puente, donde se encuentra la famosa capillita del Carmen, una pequeña capilla obra del arquitecto Aníbal González —responsable también del diseño de la plaza de España— y que da muestras de uno de los puntos fuertes del barrio, la famosa cerámica de Triana.

Son muchos los lugares que el turista puede visitar en el barrio más emblemático de Sevilla y que merecen, al menos, unos minutos de atención.

Qué ver en el barrio de Triana

Triana es una zona de Sevilla que huele aflamenco por sus cuatro costados llenos de vida. Además, ha sido el lugar de residencia de muchísimas personas ilustres, que han paseado por sus calles y se han maravillado con la belleza de sus rincones. Si hay que decidirse por qué ver en Triana,en Sevilla, estas son algunas sugerencias.

En Triana conviven la historia y la leyenda. Y es que este es uno de los lugares con más encanto de toda Sevilla. Donde más se puede sentir ese hormigueo de arte y duende de los trianeros es en el Mercado de Triana.

Mercado de Triana

Con entrada en el corazón del barrio, el Mercado de Triana tiene su ubicación en lo que fuera el castillo de San Jorge, sede de la Inquisición en la Sevilla de 1481.

Esta plaza de abastos, llena de comercios con sabor andaluz refleja el auténtico ambiente de Triana. Entre sus locales se encuentran los típicos espacios dedicados a la mejor hostelería de la zona, donde el turista puede disfrutar de los platos más tradicionales de Sevilla.

Calle Betis

Comer —y otras muchas cosas— es algo que se puede hacer también en la Calle Betis, sin duda una de las más populares de la ciudad. Su nombre recuerda a la forma en que los romanos llamaban al río Guadalquivir cuando ocuparon este territorio.

Paralela al río, la Calle Betis ofrece alguna de las mejores vistas de Sevilla. Además, es un espacio lleno de actividad y repleto de comercios.

Plaza del Altozano en Triana

Por supuesto, nadie puede abandonar Triana sin conocerla plaza del Altozano o disfrutar del monumento a la alfarería, antiguo y verdadero motor del barrio.

 

La mayoría de personas que visitan Triana se declaran completos enamorados de sus calles y su esencia para siempre. Y es entendible, porque se respira un aire especial con tan solo cruzar el puente, un ambiente de magia y arte que define al sevillano y al trianero. Pasear por Triana es un espectáculo para los sentidos, una decisión de la que nadie se arrepiente.